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10 DE SEPTIEMBRE DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA OMC

El 10 de septiembre de 2003, durante la protesta organizada en Cancún por La Vía Campesina contra la reunión bianual de la OMC (Organización Mundial del Comercio), Lee Kyung Hae, un campesino surcoreano, se encaramó a lo alto de la valla, que separaba a los manifestantes del edificio donde se celebraba la reunión, sacó un cuchillo y se lo clavó en el estomago al grito de “la OMC  mata a los agricultores”.

Lee sufrió, por propia experiencia, el efecto de las políticas impuestas por la OMC en Corea del Sur y su deseo era mostrar al mundo la desesperada situación en la que se encontraban los campesinos por culpa de esas políticas.

Desde aquel 2003, en el que Lee se suicidó, cada 10 de septiembre se celebra el Día Mundial contra la OMC.

La OMC surge ante la necesidad de controlar el comercio mundial por parte de las élites que ya controlaban la economía mundial a través de sus organizaciones hermanas FMI y BM. Los acuerdos del GATT (precursores de la OMC) se quedaban pequeños ante la globalización económica. Así, el 1 de enero 1995 nace esta Organización en la que en mayor o menor medida participa la gran mayoría de Estados. El principal objetivo de la Organización Mundial de Comercio es “eliminar obstáculos del comercio para que las corrientes comerciales circulen con la máxima libertad posible”.

Con la creación de la OMC ya no se habla simplemente de restricciones aduaneras (como en el GATT), sino de la capacidad de inmiscuirse en los asuntos de los países y decidir las reglas del juego en cada uno de ellos. Por lo tanto, la principal función de la OMC es adueñarse de la soberanía de cada pueblo en materia comercial.

Todas estas cuestiones se traducen en una serie de acuerdos:

– Acuerdo General sobre el Comercio de los Servicios (AGCS). En el AGCS se define el concepto de servicio público: servicio que no se suministre sobre una base comercial ni en competencia con uno o varios proveedores.

Automáticamente todo (menos el Banco Central, la policía y los registros civiles) se convierte en materia comercial digna de ser desregulada y vendida al mejor postor o postores. Ningún país perteneciente a la OMC puede decidir que considera servicio público puesto que ya se encarga ella de hacerlo. Por lo tanto aspectos como sanidad, educación, cultura, medio ambiente y tantos otros pueden ser materia de comercio como ya vemos hoy en día.

– Acuerdo sobre la Propiedad Intelectual (TRIPS). Este acuerdo es el que permite que cada año mueran millones de personas a causa de las patentes de los fármacos, de las semillas,… porque dentro del TRIPS figura la posibilidad de patentar formas de vida, dando paso a una esclavitud en el ámbito de la alimentación sino se revoca este proceso y se apuesta por la soberanía alimentaria de los pueblos y el pequeño campesinado. Ésta fue la razón que llevó a inmolarse a Lee Kyung Hae hace 8 años.

Sólo con estos dos acuerdos, la OMC es la responsable de la destrucción de la existencia de millones de seres humanos, en especial de pequeños campesinos que trabajan para sobrevivir.

Pero eso no es todo:

– Órgano de Resolución de Conflictos (ORC). Se creó para resolver las disputas comerciales entre países aunque en la realidad se encarga de dirimir las denuncias que presentan las grandes corporaciones (a través del gobierno de su país de origen) contra aquellos países que pretenden defenderse de sus abusos. El ORC no está obligado a seguir ninguna legislación internacional vigente, incluyendo la declaración de derechos humanos o los tratados multilaterales sobre medio ambiente. No es descabellado suponer cuál es la legislación que siguen: simplemente la del dinero y los beneficios empresariales.

– Acuerdo sobre las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (SPS). Este acuerdo complementa los anteriormente descritos sobre todo al TRIPS, ya que si uno protege las patentes agrícolas y farmacéuticas, este se encarga de que no puedan tener competencia a base de genéricos ni cultivos tradicionales prohibiendo su comercialización con infinidad de reglas absurdas que por ejemplo hacen que un país productor de arroz de forma autosuficiente esté obligado a importar más de la mitad del que consume.

En definitiva, nos encontramos ante una de las más grandes calamidades gestadas por el Capitalismo con la complicidad de la mayoría de los Estados del planeta y cuya verdadera razón de ser es mantener la riqueza en pocas manos y convertir todo lo que hay en la Tierra en materia susceptible de ser comerciada incluyendo a los seres humanos.