Manifiesto 15 Octubre Indignad@s de Castellón: Por el Cambio Global, YA
Hace cinco meses que toda nuestra indignación se demostró en las plazas, con acampadas y concentraciones. Desde entonces, nuestra indignación no ha ido a menos y se ha convertido en rebeldía contra el sistema político y económico que nos tiene dominados. Vivimos bajo la dictadura miserable de los mercados financieros y la docilidad aberrante de los gobiernos, que se olvidan de quienes les han elegido y puesto en el poder, pasando a convertirse en la mano visible de los grandes financieros, de las grandes multinacionales y, en definitiva, de los capitalistas, que lo único que pretenden es aumentar sus beneficios a costa del resto de la humanidad.
Estamos viendo cómo se fabrica una crisis provocada por la avaricia y la codicia sin freno, en la que unos pocos quieren repartirse el dinero de toda la humanidad. Y, ante todo eso, las personas, en una movilización de alcance mundial, hemos decidido decir basta y proponer un cambio global que pretende, a través del sentido común, conseguir:
– Democracia real, o sea, democracia directa para la toma de decisiones; una democracia en la que todas las personas podamos ser representantes y tener poder de decisión, donde se acaben los representantes permanentes o temporales que se enriquecen a costa de las personas representadas. Si hemos demostrado que el funcionamiento asambleario es efectivo, ¿por qué no implantarlo en todas las esferas de decisión?
– Trabajo digno para todos, no permitiendo que haya ninguna persona parada por los intereses especuladores y avariciosos de los capitalistas. Queremos que se reduzca la jornada laboral de forma que consigamos el pleno empleo. Nuestra propuesta, de momento, es la reducción a las 6 horas diarias y 30 semanales. Proponemos que, en tiempos venideros, esa jornada laboral se vaya reduciendo de forma automática, en la misma progresión en que se vayan realizando avances tecnológicos que liberen a los seres humanos del trabajo. Nunca la tecnología ha de estar al servicio de los poderosos para su enriquecimiento y el empobrecimiento del resto de la humanidad.
– Jubilaciones dignas y a una edad que libere a las personas del trabajo en la etapa final de su vida. No podemos vivir para trabajar, tenemos que trabajar para poder vivir. Es por ello que proponemos la disminución de la edad de jubilación hasta los 55 años, de manera que esos puestos de trabajo sean ocupados por los jóvenes –quienes, en estos momentos, tienen una tasa de paro superior al 60%.
– Prohibición de ERES en las empresas y, en caso de planteamiento de un ERE, proponemos: nacionalización, socialización, colectivización o explotación en cooperativas antes de aceptar despidos y cierres de empresas. No se puede permitir que un número importante de EREs, generalmente de las empresas más grandes, se deba a una estrategia para reducir costes, bien porque se llevan la producción a otros países, bien porque pretenden contratar de forma precaria en otra zona cercana. Telefónica, por dar sólo un ejemplo, que obtuvo beneficios récord de 10.167 millones de euros el año pasado, ha planteado un ERE sobre 6.000 trabajadores (sufragado en parte con dinero público). ¡Así es cómo se provoca el déficit del Estado y no, con los gastos sociales!
– La supresión de los gastos militares y la destinación de ese dinero a proteger las jubilaciones, la enseñanza pública, la sanidad pública y todos los servicios públicos que garanticen una calidad de vida digna para todos los seres humanos.
– Formación de una bolsa pública de vivienda con los inmuebles que están en manos de los bancos, ya que estos han sido pagados por el Gobierno con el dinero que se les ha inyectado –dinero que los bancos están malgastando con la especulación en bolsa y con las jubilaciones vitalicias millonarias de sus consejeros, mientras continúan ahogando a las familias, víctimas de hipotecas asfixiantes que fueron impuestas por la especulación inmobiliaria. No olvidemos que esta especulación generó la burbuja inmobiliaria y que, una vez ha explotado, los banqueros no se quieren reconocer como los máximos responsables que son. Si en este país existiera justicia, los banqueros, o muchos de ellos, deberían estar siendo juzgados por “crímenes contra los seres humanos”.
– Una soberanía alimentaria que garantice el derecho de los pueblos a definir políticas de producción de alimentos adecuadas a sus necesidades, características y culturas, que garanticen el libre acceso a la tierra, al agua potable y de riego, a las simientes no modificadas genéticamente y a la conservación de su biodiversidad natural; que no destruya, que no esclavice a un pueblo para convertirlo en la despensa de otro.
– El movimiento 15M ha pasado a ser global. Entonces exigimos que todos los gobiernos del mundo reconozcan la igualdad de derechos de todas las personas. Hoy nos estamos manifestando en más de 70 países. Reclamamos una soberanía cultural que respete y proteja las identidades culturales de los pueblos, dentro de un mundo global y multicultural, que no atente contra los derechos humanos ni los seres vivos del planeta. Que garantice el libre acceso a la información y a una educación libre, de calidad y gratuita a todos los niveles y para todas las personas del planeta. Que asegure el acceso libre a la tecnología y que mantenga la creación cultural y los medios de comunicación, independientes y libres de la manipulación de los poderes públicos. Libertad para pensar y para expresarse. Somos ciudadanos del mundo.
– Acabar con el problema de los residuos sólidos, empezando por la reducción de basura generada por la industria y desechada por los consumidores. La reducción en origen es la única solución posible para resolver, de una forma limpia y responsable, el problema de la basura. Proponemos incorporar, además, el principio de la Extensión de la Responsabilidad del Productor (ERP), según el cual los fabricantes se consideran responsables del producto, su envase y embalaje durante todo el ciclo de vida del mismo; es decir, que si un producto y su envase no se pueden reutilizar, reciclar o compostar, el productor debe asumir el costo de su recogida y su eliminación segura, para así evitar el enterramiento o la quema de residuos sólidos. De esta forma sustituiremos gradualmente vertederos e incineradoras, altamente contaminantes, por procesos que transformen los residuos en recursos; por ejemplo, mediante la utilización de biodigestores, que convierten la materia orgánica en abono y gas metano (combustible).
– La prohibición de inversión en paraísos fiscales y el fin de los mismos. Dentro del ámbito nacional, debemos exigir que ninguna administración pública contrate a ninguna empresa que tenga algo que ver (de manera directa, a través de filiales, de accionistas,…) con los paraísos fiscales. Una posible solución sería la implantación del IVAM, un IVA Monetario, que considera al dinero como una mercancía más y, por tanto, debe cobrarse el 18% actual. De esta manera, el impuesto lo cobra el país desde donde sale el dinero. Si esto se implantara a nivel mundial, todo el dinero acabaría quedándose en el país donde se produce, permitiendo una distribución más real del valor que se ha generado.
– Un sistema impositivo con sentido común que grave a los que más dinero ganan y no cargue la imposición sobre las espaldas de los trabajadores que tienen una nómina. Que paguen los ricos en proporción su nivel de ingresos y no, una proporción menor a la que paga un trabajador. Si se demuestra que es posible vivir con 30.000 euros al año ¿el resto, para qué lo quieren?
– Proposición de un salario mínimo digno y un salario máximo que no exceda del doble. Se trata de que todas las personas podamos vivir en unas condiciones dignas y no, que unas cuantas vivan muy bien y el resto tengan que pasar penurias para llegar a final de mes. A esto se le llama solidaridad humana.
Esto de hoy ha sido un simple aviso, porque estamos hartos.
Una simple advertencia a:
– Esa clase política que vive completamente alejada de la realidad de su pueblo.
– A esos cargos públicos que tienen una pensión más que suficiente tras solo siete años de no hacer su trabajo.
– A esos partidos que juegan con nuestro futuro, poniéndolo a disposición de los mercados financieros.
– A todos los que conforman y mantienen este sistema tan podrido y tan profundamente equivocado, que solo puede acabar mal.
De momento solo ha sido una advertencia, ya que no pensamos parar, y haremos todo lo que sea necesario para conseguir el cambio que necesitamos y asegurar nuestra supervivencia.
Para que la generación de nuestros hijos, de nuestras hijas, y las que vengan después, tengan derecho a soñar y a poder ver realizados sus sueños.
Porque no somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Porque no nos representan.
Cambio Global Ya.