1. ¿Quién somos?
– valenciatomalaplaza.net
Es necesario buscar un informático, realizar un listado de portavoces de las acampadas.
Es un movimiento: real, social y libre. Crear un link con debates y también enlaces con las
principales redes sociales como twitter y facebook.
– xarxa real liure
Grupo de Castellón y sin caos
Intervención de Alex: tema inmigrantes (carácter propuestas)
Intervención de Joan: denominar acampada – ampliar a Democracia Real ya!, en definitiva
aclara el nombre y relaciones con los medios
Intervención de Pilar: tema de inmigrantes, apoya la denominación Democracia real ya! a
nivel nacional y local. El nombre es importante ya que aporta la identidad al movimiento
Intervención de Laia: Quién no somos
Intervención de Juanma: somos lo que somos, un movimiento tanto nacional y local. Pedir
que la gente venga (abarcar) para ello propone la visita de miembros de otras asambleas
nacionales. Deja patente la importancia de que somos un movimiento no violento y que
nuestros actos nunca deben dar esa impresión
Intervención de Sergio: Buscar una ideología es un error. Democracia Real ya! engloba a
todas las acampadas y que el nombre de “acampada” es para localizar el movimiento en
cada ciudad pero que la firma de todas las acciones debe ser bajo Democracia Real ya!
Como resultado del debate se llega a la conclusión de que la identidad del movimiento
en Castellón se englobe dentro del nombre: Democracia Real ya Castellón.
2. Unificación de las plataformas
Intervención de Sergio: No solo puede haber un blog o cualquier plataforma online oficial.
Pero quien quiera abrir cualquier espacio online hablando sobre Democracia Real ya
Castellón que adjunte un apartado donde se remita a las plataformas oficiales. Además
no debemos desatender el resto de medios no onlines, ya que hay muchísima gente que
no se maneja en el espacio online. Los portavoces deben ser rotativos
Intervención de Miguel: Propone fundar un “periódico” donde se difundan los temas
tratados diariamente en la asamblea, para que la gente que no entiende o no tiene a
su disposición internet pueda estar al día de todos los temas tratados. Necesitamos
portavoces, hasta el momento tenemos a: Pilar, David, Eva y Victor
Intervención de Juanma: Crear un listado de las plataformas sociales en nuestros
diferentes espacios oficiales para que la gente que no tiene internet o que no tienen redes
sociales los conozcan
Intervención de David: Google alerts es una buena herramienta para estar al día de todos
los contenidos que se publican en la red sobre el movimiento de Castellón
Como resultados de este punto se establece que solo la gente de comunicación pueda
actualizar los diferentes medios
Perodneu pero Democracia Real Ya es un moviment del qual, que jo sapiga, no forma part l’acampada de Castelló. De fet, este mateix moviment ja va fer un comunicat desvinculant-se de les decisions que puguen pendre les diferents acampades. Podeu llegir la nota que van traure al seu web. http://www.democraciarealya.es/
Les diferents acampades no formen part de democracia real ya, sino que cadascuna ha anat fent el seu camí, i dient-se de distintes formes: moviment 15-M, Indignad@s, etc..
La mayoría de cosas que estáis planteando, las lanzáis desde el desconocimiento del funcionamiento de los órganos consultivos de la ciudad, que son la verdadera comunicación entre el ejecutivo local y los ciudadanos.
Soy presidente de una gran asociación de ciudadanos de la ciudad (he oído en vuestras asambleas que queréis identificaros con el nombre de plataforma ciudadana de Castellón). El movimiento ciudadano en Castellón existe desde hace más de 25 años. Yo soy presidente y vocal en muchos de los estamentos de la ciudad que se dedican ha hacernos la vida más fácil, haciendo que los políticos reflexionen antes de formalizar alguno de sus proyectos (nos gustaría que fuesen todos, pero de momento eso es imposible en una democracia representativa que es lo que tenemos).
Hace más de 15 años que como responsable de una asociación, no recibo ni una sola petición de alta en nuestra comisión de gente joven como la mayoría de este movimiento 15-M (es una pena), teniendo en cuenta que vuestra voz se oiría desde hace mucho si formarais parte de alguna de estas juntas de gobierno consultivo de la ciudad.
Primero y muy importante, será que supierais como esta formado esto y así eliminar decenas de propuestas que son una repetición exacta de lo que ya ocurre, pero en las que no tenéis ninguna representación porque no queréis.
Somos muchos ciudadanos de alguno o de ningún signo político los que estamos mejorando esto y a mi me duele en el alma no ver a nade menos de 25 ó 30 años en ninguna junta de distrito, ni en ninguna junta de distrito, ni en el consejo de Participación ciudadana, ni en el consejo de la ciudad, ni en la comisión de presupuestos participativos, ni en los grupos de trabajo de sanidad, ni en el grupo de urbanismo, ni en el de ordenanzas y reglamentos, y por supuesto tampoco en la permanente de Participación Ciudadana. Todo esto son organismos que no vetan a ningún vecino, son organismos que funcionan desde hace muchos años y que lo harían infinitamente mejor si alguno o todos vosotros estuvierais en ellos.
Un abrazo,
Des de València s’està intentant (a banda de seguir treballant en comissions i propostes més particulars etc.) establir tres o quatre reivindicacions concretes, globals i urgents per tal de començar a recollir firmes a nivell estatal ipso facto i de forma massiva: a banda de la ja mil vegades demandada reforma electoral, s’està parlant de l’exigència de transparència als processos administratius, no sé si s’haurà parlat del tema en Castelló, però crec que paga la pena considerar-ho!
http://www.transparencia.org.es/ITA%20-%202010/RANKINGS_DE_LAS_CINCO_AREAS_DE_TRANSPARENCIA_2010.pdf
Os envío un artículo que me han pasado y que creo que plantea una reflexión necesaria en este momento de la protesta (no comparto todo lo que dice, pero desde luego hay que planteárselo!)
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15-M, el necesario paso adelante
Pascual Serrano
Rebelión
El domingo 22 de mayo, los movilizados a lo largo del territorio español que exigen una democracia real vivieron -o vivimos- la primera cura de humildad. Mientras se celebraban asambleas, se levantaba la mano para intervenir, se escribían frases originales en papeles que colgaban procurando que no apareciese ningún membrete de organización, los que sí estaban organizados ganaban las elecciones y tomaban el poder. En realidad no tomaron nada que ya no tuvieran. Es verdad que todos sabíamos que esas concentraciones no iban a afectar de modo importante al resultado electoral, pero caer en la cuenta de que mientras nos movilizábamos otros formalizaban el protocolo del relevo de gobierno para que no cambie nada, debe hacernos pensar en cómo avanzar más allá de lo que se está haciendo. Por ello es importante superar la fase de entusiasmo y autocomplacencia para iniciar la estrategia y operatividad.
Observando los documentos y propuestas aprobadas en las asamblea de indignados se comprueba que, efectivamente, son radicales, sin embargo deberá definirse cuál es el nivel de mínimos que se va exigir al poder y qué medidas de presión y durante cuánto tiempo se está dispuesto a luchar. Si entre los puntos aprobados aparece la nacionalización de la banca pero no se concreta a quién se le exige, si se está dispuesto a aceptar una propuesta intermedia y con qué medidas se presionará, es evidente que ningún poder se va a tomar en serio esa demanda. Otras peticiones ya están reflejadas en la legislación, enumerarlas sin concretar cómo se debe garantizar es lo que ya existe, no supone ningún avance. También las hay contradictorias, se plantea el derecho a una vivienda pero, a continuación, se pide que la entrega de la vivienda ante el impago de la hipoteca cancele la deuda. O sea, que se asume que las familias se queden en la calle.
El movimiento ha vivido una luna de miel mediática e incluso en sus relaciones con el poder. Fueron tan sorpresivos que lograron la atención de la prensa, el momento preelectoral y un ministro de Interior como posible candidato a la presidencia del Gobierno en las elecciones generales del próximo año garantizaban la no intervención de las fuerzas del orden. Por otro lado, el poder político y económico no se ha sentido amenazado lo más mínimo -por ahora-, incluso se han permitido el cinismo de decir que ellos también compartían el sentimiento de los concentrados y se sentían igualmente indignados, lo que confirma que no se han marcado suficientemente los bandos en liza.
En cuanto al ideario de los manifestantes, según se comprueba en intervenciones en las asambleas y en los eslóganes de sus pancartas y escritos, es verdad que aparecen contundentes expresiones con posiciones políticas precisas, pero también existen demasiados casos de apoliticismo y desideologización que recuerdan más al populismo y al fascismo. Expresiones como que no somos de izquierda ni de derecha o que todos los políticos son iguales no ayudan mucho a definir la lucha. Es verdad que en política económica no existe apenas diferencia entre PSOE y PP, pero la mayoría de las propuestas aprobadas en las asambleas hace años, e incluso décadas, se encuentran en partidos políticos de izquierda que no reciben ni han recibido el apoyo de esos manifestantes. Y no nos referimos a apoyo electoral -que también-, tampoco a actos o movilizaciones que esos grupos políticos y sus militantes, con sus errores y defectos, han intentado poner en marcha desde hace años. No tendría sentido pedir el cambio de la ley electoral si se está diciendo que todos los políticos son iguales. No es lo mismo el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, que el alcalde de Marinaleda, José Manuel Sánchez Gordillo, o los candidatos de Bildu en Euskadi.
Por otro lado, si durante la campaña electoral se consideró saludable que no apareciesen siglas de partidos ni de organizaciones en las concentraciones, una vez pasadas las elecciones, en mi opinión, no veo razón para que estén proscritos partidos -en su mayoría extraparlamentarios- que mantuvieron en sus programas las propuestas que ahora piden los concentrados u organizaciones ecologistas, feministas, antifascistas, alterglobalización que llevan años movilizadas. Yo al menos no me siento cómodo en una concentración que dice que todos los políticos son iguales y prohíben una bandera republicana, una con una hoz y un martillo, una anarquista o una imagen del Che. Los indignados no quieren irrumpir en el panorama político, se sitúan inmaculados, se creen por encima de ideologías, se limitan a protestar y pedir que les resuelvan los problemas. ¿Quién los va a resolver? ¿quién va a elaborar las leyes que garanticen los derechos que están exigiendo? ¿quién va a garantizar los que ya están en las leyes pero no se aplican? ¿quién va a poner coto a los bancos? ¿quién va a exigirles que devuelvan el dinero público que se les ha dado? ¿quién y cómo se va a exigir a los medios de comunicación que informen con honestidad y veracidad? No esperarán que lo hagan los diputados del PSOE y del PP que tienen la mayoría en el Congreso, menos todavía si no se logra enfrentar a la derecha que no para de rentabilizar las tropelías del PSOE y cuya corrupción no se castiga en las urnas.
En mi opinión, desde el poder se apuesta a que, con el paso de los días, caiga la movilización, se agote por no concretar acciones, se aburran ante asambleas inoperativas o surjan conflictos entre los movilizados. El caso argentino durante la crisis del año 2001 nos debería servir de ejemplo. Toda la ciudadanía movilizada, indignada, reuniéndose por las medidas económicas de su gobierno, bajo el lema de “que se vayan todos” no condujo a nada. No fueron capaces de crear una organización operativa, de desarrollar estructuras representativas, se ahogaron en su discurso de la antipolítica y su fobia a los partidos y los líderes. Finalmente, el discurso de “que se vayan todos”, se quedó en que no se fue ninguno. Por otro lado, con el paso de los días, la atención mediática a los concentrados a buen seguro caerá, las cámaras de televisión desaparecerán de las plazas, las primeras páginas de los periódicos olvidarán las movilizaciones, es por tanto necesario avanzar en propuestas concretas. En Túnez o en Egipto se mantuvieron movilizados porque había una demanda a corto plazo bien definida: la dimisión del presidente del país. En España, ninguna de las demandas de los indignados es viable de aprobación con un Parlamento dominado por PP y PSOE, de modo que habrá que buscar otra opción.
La explosión de indignación que ha tomado las calles de las ciudades españolas ha supuesto una ruptura con el nivel de resignación que ha dominado en la sociedad española en los últimos años. Ha mostrado que muchos de los métodos tradicionales de movilización han quedado obsoletos, que muchas organizaciones que se creían vanguardia no tenían capacidad alguna de acción. Sin duda existe un tremendo potencial en un movimiento que ha sacado a la calle de las principales ciudades españolas a una generación que las organizaciones tradicionales no habían logrado ilusionar, unas organizaciones que tienen la obligación de incorporarse con humildad pero aportando su experiencia y elaboración de alternativas. Ha despertado también en muchos de nosotros una euforia y una esperanza en la ciudadanía y los jóvenes que nunca olvidaremos, pero no debemos dejar que esa borrachera nos paralice y nos despertemos solamente con la resaca y la frustración de que todo sigue igual.
Hola Rocío,
Contestando sobre el artículo, lo primero que hay que tener claro (o habría que tener claro) es que la indignación por lo que ocurre no está sólo en el barrio de la izquierda. Conozco muchas personas de centro-derecha que también están hartas de todo esto, y su opinión no es menos válida.
Por otra parte, yo también estoy aquí, y tampoco me reconozco dentro del marxismo. Mi ideología está bastante descuadrada de toda insignia política. Se me puede considerar dentro del ámbito de la izquierda, aunque voy todavía más allá. Prefiero la bandera republicana a la monárquica, pero preferiría aún mucho más que no hubiera ninguna bandera. Tengo más en común con los partidos de izquierdas que con los de derechas, pero en realidad, preferiría que no existieran ni los unos ni los otros. Si me preguntas si quiero banca privada o pública, te diré que simplemente no quiero banca. Y la única empresa respetable es la empresa colectiva o cooperativa.
Pero yo estoy dispuesto a renunciar a la mayor parte de mis reivindicaciones, simplemente porque cualquier cambio sobre lo que ya existe, es mejor que lo que tenemos. Se trata de sumar apoyos de todo el mundo para poder cambiar ALGO. Si por inclinarnos hacia la izquierda perdemos el apoyo de las personas de centro-izquierda y centro-derecha estaremos perdiendo un apoyo fundamental para cambiar asuntos fundamentales como la ley electoral, que requiere un gran consenso de todas las partes.
Estoy totalmente de acuerdo con el articulo enviado por Rocio, ya sin entrar en asuntos como si la izquierda se acerca más a nuestra reivindicaciones o si la derecha también dice lo otro. Personalmente creo que ya hay que reencauzar el buen hacer del movimiento, sentar las bases que lo hacen grande y con las que todos (en clave nacional) nos sintamos identificados. Por ejemplo, esta muy bien debatir todos los asuntos y sus mil y una variantes pero creo que lo importante de verdad, por encima de ello, es conseguir que los gobernantes nos pregunten sobre ello, que hagan habitual un uso del referéndum, por ley o como sea, pero que pregunten, y el pueblo decidirá si las nucleares si o si la iglesia no, si la vivienda de esta manera o la banca de aquella. Porque si hablamos de construir las ideas con asambleas donde no queda representada la gran mayoría del país, estaremos desprestigiando el movimiento y llevándolo a su autentico fracaso, creo que de esto ya se han dado cuenta en Barcelona, Valencia o Madrid, donde las cosas ocurren más deprisa, debemos seguirles, con nuestro propio sentido critico, pero seguirles, consensuar el movimiento y de momento usar las asambleas para extraer maneras, acciones y actitudes con el fin de conseguir esos objetivos comunes. Yo no tengo la solución pero propongo que dejemos de debatir las ilusiones concretas de miles de personas en las plazas de cada ciudad para debatir sobre como conseguir las ilusiones generales de los millones de personas del país!
el primer comentari de perepepe s’ha de tindre molt en compte ja que al final Castelló serà la única acampada que se denomina baix una iniciativa que ja fa ttemps qie es va desmarcar del moviment generat.
Som el que creem des de les assemblees, som el que consensuem entre totes i tots. D’això tracta l’assemblearisme, de crear des de baix, des de la democràcia directa, de deixar caduques les formes organitzatives de dalt a baix. Just el contrari del que classe política fa dia a dia.
Cito:
“Después de 10 días acampados en el ‘kilómetro 0’, la Asamblea General de Acampada Sol ha dado un paso firme estableciendo la línea de actuación que el movimiento llevará a cabo para luchar por sus objetivos y que se resumen en estos cuatro puntos.
. Reformar la ley electoral encaminada a una democracia más representativa y de proporcionalidad real y con el objetivo adicional de desarrollar mecanismos efectivos de participación ciudadana.
. Luchar contra la corrupción mediante normas orientadas a una total transparencia política.
. Plantear una separación efectiva de los poderes públicos.
. Crear mecanismos de control ciudadano para la exigencia efectiva de responsabilidad política.”